Cada vez son más las mujeres que deciden pedir ayuda al encontrarse desorientadas sin saber qué hacer en situaciones tan difíciles como sentirse maltratada por tu pareja. Los servicios de ayuda reciben constantemente llamadas de mujeres acosadas e incluso de chicas menores de edad. En muchos casos, no son ellas quienes acuden, sino sus familiares o amigos, que no saben cómo ayudar para que salgan de la situación de violencia en la que están atrapadas.
Los casos de mujeres jóvenes que sufren control, insultos, amenazas e incluso agresiones por parte de su pareja o ex-pareja pueden darse a través de las redes sociales que posibilitan un mayor control de las personas, pues en cualquier momento puedes conocer su ubicación, lo que puede llegar a ser un arma muy potente en manos de un maltratador.
Muchas son las mujeres que se sienten incompletas en ausencia de una pareja, y el sentimiento de “sin ti no soy nada” subyace en casi todos los casos, sin darse cuenta que una relación de amor y afecto siempre se construye sobre la libertad, el respeto y el apoyo mutuo.
El año 2015 terminó con un número de 51 mujeres fallecidas a manos de sus parejas y en lo que llevamos de este año han muerto unas 14 mujeres, muchas de ellas con hijos. Éstos también sufren las consecuencias aunque no sea de forma directa, solo con vivir la angustia de la madre que sufre, su temor, inseguridad, tristeza, les produce una elevada inseguridad y confusión. Esa angustia se traduce en numerosos trastornos físicos, terrores nocturnos, enuresis, alteraciones del sueño, cansancio, problemas alimentarios, ansiedad, estrés, depresión, etc.
Según numerosos expertos en el tema, para reducir la violencia de género en jóvenes, lo primero es informar y educar en el seno familiar, los centros educativos y los medios de comunicación.
Muchas son las mujeres que se sienten incompletas en ausencia de una pareja, y el sentimiento de “sin ti no soy nada” subyace en casi todos los casos, sin darse cuenta que una relación de amor y afecto siempre se construye sobre la libertad, el respeto y el apoyo mutuo.
El año 2015 terminó con un número de 51 mujeres fallecidas a manos de sus parejas y en lo que llevamos de este año han muerto unas 14 mujeres, muchas de ellas con hijos. Éstos también sufren las consecuencias aunque no sea de forma directa, solo con vivir la angustia de la madre que sufre, su temor, inseguridad, tristeza, les produce una elevada inseguridad y confusión. Esa angustia se traduce en numerosos trastornos físicos, terrores nocturnos, enuresis, alteraciones del sueño, cansancio, problemas alimentarios, ansiedad, estrés, depresión, etc.
Según numerosos expertos en el tema, para reducir la violencia de género en jóvenes, lo primero es informar y educar en el seno familiar, los centros educativos y los medios de comunicación.
Ana Sánchez
Claudia Rico
Victoria Fernández
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